El problema con este punto de vista, decía John Wesley, es que Jesús lo dijo en serio cuando sentenció: "Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto." (Mt 5:48). Wesley basa su sermón "La Perfección Cristiana" en Filipenses 3:12, un recordatorio de Pablo a seguir moviéndose hacia la perfección ("prosigo para alcanzarla"). Hebreos 6: 1 es una instrucción hacia la perfección. La Colecta para la Pureza, que se ora en muchas tradiciones denominacionales, declara, "Limpia los pensamientos de nuestros corazones por la inspiración de tu Espíritu Santo, para que podamos amarte perfectamente." El primer mandamiento dado por nuestro Señor es amar a Dios con todo tu corazón, alma y mente (Mt 22:37). El desafío de Jesús es perfeccionar el amor a Dios y al prójimo. Ese es el significado de la perfección cristiana. (Debido a que una vida así sería totalmente santa, a veces el término entera santificación se usa como un nombre alternativo para la perfección cristiana.)
Esta enseñanza continúa en la práctica Metodista Unida. Cada hombre o mujer que está siendo considerado para su admisión como clérigo miembro pleno de una conferencia anual es consultado: "¿Estás yendo hacia la perfección? ¿Esperas ser perfeccionado en el amor en esta vida?" La respuesta apropiada a ambas preguntas es sí.
En el siglo XXI, tendemos a pensar que la perfección significa "sin error". No es así para Wesley. El entendió que la perfección cristiana no significa que uno es libre de pecado o libre de la ignorancia o que es siempre sabio en su juicio. Incluso las personas perfeccionadas ¡necesitan el perdón! Entonces, ¿qué es la perfección cristiana, esta entera santificación?
Para los metodistas unidos, la perfección está llena de amor a Dios y al prójimo. ¿Puede un cristiano esperar (con expectativa) ese don? John Wesley predicó que Dios quiere que amemos plenamente (Mt 22:37, por ejemplo) y que Dios es capaz de hacer lo que se ha propuesto. Negar la posibilidad de la perfección es negar el poder de Dios para dar los dones que quiere dar.
La vida cristiana es un viaje hacia la perfección. Incluso la entera santificación no es un punto de llegada; sino, es una señal de crecimiento en un camino, como gente pecadora intentando amar plenamente a Dios y al prójimo. Wesley enseñó que unas pocas personas llegan a esta madurez en esta vida (él nunca lo reivindicó para sí mismo) y enseñó que también era posible que una persona caiga de esa gracia. La Confesión de Fe (artículo XI) señala que el don de la perfección puede ser recibido de manera gradual o instantánea.
En un momento, John Wesley declaró que la proclamación de la perfección cristiana bien podría haber sido la razón por la que Dios levantó a las personas llamadas metodistas. De hecho, es una manera de dejar claro que el don de la gracia salvadora marca una diferencia en cómo uno vive, yendo hacia la perfección.
Un corazón en cada pensamiento renovado y lleno de amor divino,
perfecto y justo, puro y bueno, una copia, Señor, de ti.
Otra pregunta: ¿Estás yendo hacia la perfección?
*El Dr. F. Belton Joyner Jr. es ministro ordenado y miembro del Consejo Judicial de la Iglesia Metodista Unida. Es autor de "United Methodist Questions, United Methodist Answers: Exploring Christian Faith". Ver más acerca del libro AQUÍ.
Traducido y publicado por el Instituto de Estudios Wesleyanos - Latinoamérica con permiso del autor. Para reproducir, favor citar la fuente y al autor. Derechos reservados.
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